Nuestros jabones son naturales, se elaboran a mano en nuestro taller con ingredientes de primera calidad y nunca se tiñen químicamente.
Tienen una caducidad, generalmente de 6 meses a 1 año, si se conservan en un lugar fresco y seco.
El Jabón artesano destaca por su compromiso con la calidad y la naturaleza. Cada producto se fabrica en nuestro laboratorio, que cuenta con la certificación BPF (Buenas Practicas de Fabricacíon), lo que garantiza los más altos estándares de producción. Además, todos nuestros productos están registrados en el portal europeo CPNP y cada una de nuestras fórmulas es testada por un toxicólogo profesional, garantizando su calidad.
Todos nuestros jabones están sobreengrasados al 5% para garantizar una piel suave y perfectamente hidratada.
La manteca de karité es un tesoro africano con propiedades excepcionales, el Butyrospermum parkii.
Se produce a partir de los frutos del árbol del karité (granos naturalmente grasos) que se tuestan y muelen hasta obtener una pasta espesa.
La manteca de karité es conocida por sus propiedades hidratantes, reparadoras, suavizantes y alisantes. Es especialmente rica en ácido oleico y ácido esteárico. También contiene antioxidantes naturales (vitaminas A y E).
La manteca de karité hidrata y nutre la piel en profundidad. Como protector de los rayos UV, la manteca de karité es especialmente importante en verano, ya que también alivia las irritaciones de la piel, por ejemplo de las quemaduras solares. Además, prolonga el bronceado y ayuda a la piel a conservar su elasticidad.
Calmante y suavizante, la manteca de karité previene las irritaciones y nutre las zonas secas del rostro.
Regeneradora, también ayuda a cicatrizar la piel agrietada. En invierno, la manteca de karité hidrata y protege la piel de las inclemencias del tiempo. También ayuda a mantener su elasticidad. Por tanto, la manteca de karité es valiosa en todas las estaciones.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.